«Todos se han hecho ricos menos yo». El bebé de la portada de «Nevermind» 30 años después
3 minutos de lectura200 dólares percibieron los padres de Spencer Elden, el protagonista de la portada de Nevermind.
En 1991, con apenas cuatro meses de vida, el ahora artista urbano Spencer Elden posó ante la cámara del fotógrafo Kirk Weddle. Sus padres solo recibieron 200 dólares por la sesión, una cifra infima teniendo en cuenta que la imagen es una de las más icónicas de la historia del rock.
Elden confesó que es extraño formar parte de una imagen tan icónica culturalmente porque, realmente, no tuvo nada que ver con ella, pues a él “nadie le pidió permiso” y además aseguró estar resentido por que con la tapa de ese disco todos se han vuelto ricos menos él.
«Mi madre tiene una historia loca. Dice que, cuando era joven, tuvo una especie de visión de que su bebé iba a estar en todas partes”, contó a The Guardian en 2015.
Y así fue. Hoy sabemos que ese disco de Nirvana ha vendido más de 30 millones de copias desde su lanzamiento, y que la carátula se ha reproducido hasta el hartazgo en todo tipo de artículos de merchandising, su cara no es para nada desconocida, y está, literalmente, en millones de hogares, bares y auditorios de todo el mundo.
“Todos los que participaron en el disco tienen toneladas y toneladas de dinero. Me siento como si fuera lo último del grunge. Vivo en casa de mi madre y conduzco un Honda Civic. Es difícil no enfadarse cuando oyes la cantidad de dinero que había en juego”, dijo Spencer.
“Mis padres sabían quiénes eran Nirvana, pero no estaban muy interesados en la escena grunge. Mi padre asistía en ese momento a la escuela de arte y sus amigos le pedían a menudo ayuda para sus proyectos. Así fue como su amigo Kirk le llamó y le dijo: ‘¿Quieres ganar algo de dinero hoy y tirar a tu hijo a la piscina?’. Mis padres me llevaron allí, al parecer me soplaron en la cara para estimular mi reflejo de inmersión, me sumergieron, me hicieron algunas fotos y me sacaron. Eso fue todo. Les pagaron 200 dólares y se fueron a comer tacos después”, continuó Spencer Elden.
Spencer cree que el éxito de la portada se debió a su pene ya que muchos de los otros bebés eran niñas y hasta hace poco dijo que se sentía orgulloso de su hazaña acuática, hasta se tatuó el logo de Nevermind en el pecho, pero con el paso del tiempo ya no le gusta tanto pues se dió cuenta que no ha ganado nada con esa portada en cuestión económica. “Cuando voy a un partido de béisbol suelo pensar: ‘Tío, probablemente todos en el estadio me han visto desnudo siendo un bebé’. Siento que pasaron por encima de mis derechos como persona”.
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